jueves, 24 de febrero de 2011

Parques Nacionales de Venezuela

Parques Nacionales de Venezuela

PARQUE NACIONAL HENRRY PETTIER

El incremento de las desforestaciones masivas en la región central de Venezuela, la intensificación de la actividad agropecuaria en las fértiles tierras de los Estados Aragua y Carabobo el crecimiento demográfico e industrial en los últimos años, han acelerado y agravado el proceso de intervención humana en el medio natural, creando un cuadro general de desajuste ecológico y deterioro ambiental.
Entre los años 30 y 40 el insigne científico Henri Pittier alertó repetidamente a las autoridades sobre la situación de minusvalía en que se encontraban las masas vegetales de aquellos estados centrales, al carecer de la protección efectiva y permanente contra los agentes de destrucción y aconsejó la medida que deberían adoptarse para poner a salvo la integridad de sus 'cursos naturales.
Los esfuerzos de Pittier para salvar la región cristalizaron felizmente en una acción oficial muy positiva, que fue la creación el primer Parque Nacional venezolano, en la jurisdicción del estado Aragua. Esta oportuna acertada disposición aseguró protección de uno de los más importantes macizos de selva nublada y sentó las bases para el advenimiento años después, del sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas de Venezuela.
Este Parque Nacional fue establecido por Decreto de fecha 13 Febrero del año 1937 y cono-do bajo la denominación de Rancho Grande». Posterior-tente, en 1953, se cambió el hombre por el de «Henri Pittier» honor a este gran científico que había propuesto y gestionado su creación.
El Parque Henri Pittier está ubicado en la región Norte-Central. Dentro de los Distritos Girardot y Mariño del Estado Aragua. Originalmente comprendía una superficie aproximada a las 90.000 Ha., la cual fue aumenta-da en 17.800 Ha., de manera que su extensión actual alcanza las 107.800
El Medio Físico Y Los Recursos Naturales
Enclavado en el tramo central de la Cordillera de la Costa y abarcando extensiones considerables de ambas vertientes, el Parque Nacional Henri Pittier, presenta una topografía abrupta, conformada por fuertes pendientes.
La mayor altura del Parque es el Pico Cenizo, situado a 2.436 m. sobre el nivel del mar. En ambas vertientes, la transición del relieve de montaña al de las faldas y al de llanura, ha evolucionado bajo la influencia de la acción erosiva de las corrientes que descienden desde las partes altas y que ha permitido la formación de angostos valles en la vertiente Norte, donde se asientan los poblados de Choroní, Cuyagua, Chuao, Cepe, Cumboto, Cata, La Ciénaga, Ocumare y Turiamo.
En este sector de la Cordillera de la Costa la historia geológica presenta aspectos muy definidos que incidieron marcadamente en el proceso orogénico y que fueron determinantes de la conformación fisiográfica de todo el sector. La cadena de acontecimientos geomorfológicos incluye la invasión de las tierras del Norte de Venezuela, durante el Cretácico Inferior, por el mar; la gran actividad reflejada en hundimientos, levantamientos y plegamientos que dieron origen a la formación de rocas metamórficas como los esquistos, los conglomerados, las cuarcitas etc.; la retirada del mar durante el Eoceno Inferior de la parte Norte del país y la elevación de la Cordillera de la Costa durante el Eoceno Superior y el Oligoceno; y por último, durante el Terciario Superior hasta el Cuaternario; las tierras de Aragua comenzaron a tomar su actual fisonomía, iniciándose entonces el proceso de relleno aluvial en los valles.
En el Parque las altitudes oscilan entre el nivel del mar hasta los 2.436 m. en las cumbres de la Cordillera. Esta variación influye considerablemente en las temperaturas y en las precipitaciones. Así por ejemplo, en las mayores elevaciones la temperatura oscila entre 60 y 120 C., y a una elevación próxima a los 1.000 m., las temperaturas varían entre 120 y 24°C. La intensidad de las lluvias varia desde los 690 mm. en la parte de la costa hasta 1.880 mm. en El Portachuelo, a una altura de más de 1.060 m. En el Parque caen precipitaciones de hasta 4.000 mm; en la zona de bosque muy humedo montano y premontano.
En el Parque hay una importante red hidrográfica a través de la cual tiene lugar el drenaje natural de las aguas de escurrimiento en ambas vertientes. En la vertiente Norte los principales ríos son el San Miguel o Turiamo, el Ocumare, el Cata, el Cuyagua, el Aroa, el Choroní, el Chuao que es el más importante y caudaloso y el Cepe. En la vertiente Sur todos los cursos de agua descargan eventualmente en el Lago de Valencia, son el Guayabita, el Caño Colorado, el Delicias o Maracay, el Guey y el Limón.









Las Zonas De Vida Y La Vegetacion

Desde el punto de vista de la variedad de las Zonas de Vida existentes y de las singulares características cuantitativas y cualitativas de las coberturas vegetales, puede considerarse al Parque Nacional Henri Pittier como el primero de su tipo en Venezuela, por ser el más rico en biotopos y por el enorme capital genético que representan sus plantas y sus animales.
En las vertientes meridionales, orientadas hacia Maracay y la cuenca del Lago de Valencia, las selvas comienzan normalmente a una altura de 700 m. aproximadamente; por debajo de esta altitud se extiende una vegetación de tipo sabanero dominada por varias gramíneas, como la saeta, entre las que se encuentran mezcladas arbustos o arbolitos como el chaparro, el alcornoque, el chaparro manteco y el chaparrilío.
A lo largo de la costa del Mar Caribe, incluida dentro de los límites septentrionales del Parque Nacional, se pueden observar manglares y cocoteros entre los pueblos de Choroní y Ocumare de la Costa. Las vertientes áridas que se elevan desde la orilla del mar están pobladas por una vegetación netamente xerofítica constituida por cardonales y espinares. Entre los 200 y los 400 m. Aproximadamente aparece un bosque arbustivo seco con árboles bajos, en su mayor parte decíduos entre los cuales dominan el ajíto, el cuspa, e¡ jebe, el carcanapire, y el palito blanco. El tipo de vegetación dominante entre los 450 y 700 m. es el de sabana, donde ha ido afirmándose una gramínea introducida, el capim melao. Por encima de los 700 m. y llegando hasta aproximadamente los 850 m., se extiende una selva decidua, cuyos árboles más notables y comunes son el yagrumo macho, el carnestolendo, el erizo, el majagua, el matapalo y el cenicero. A partir de los 900 m: aparece una selva enormemente variada que ha sido descrita comúnmente como selva nublada. Sin embargo, estudios ecológicos más recientes demuestran la presencia de varios tipos de selva nublada, es decir, una selva nublada de transición, una selva nublada propiamente dicha entre los 1100 y los l500m. aproximadamente, y una selva nublada superior, por encima de 7 los ~.500 m. Entre los 950 y los 1.450 m. de altitud dominan varías especies arbóreas, entre las que debe mencionarse el árbol más grande y particularmente abundante, que es el cucharón o niño. Otros árboles comunes son el ramon, el lechero, el higuerote, el amarillo, el tapa taparo y el charo macho. Palmas grandes con raíces a zancos espinosos como el araque sobresalen del estrato de las capas arbóreas, mientras que la palma con los tallos fuertemente espinosos, el albarico, alcanza solo alturas medias. Varías especies de palmas pequeñas y enanas, se encuentran frecuentemente en el sotobosque sobre pendientes escarpadas. Bajo la sombra de las capas arbóreas y a lo largo de riachuelos y quebradas crecen un sinnúmero de helechos, helechos arborescentes, varios tipos de malangas, bonitos arbustos de Meriania con flores rosadas y un número muy conspicuo de epifitas pertenecientes a las familias de los Helechos, Bromeliáceas, Piperáceas, Gesneriáceas, Ericáceas, Aráceas y Rubiáceas. Mención especial merece una hierba con hojas gigantes Gunnera pittierana conocida únicamente en este lugar.
En la selva nublada superior que se extiende por encima de los 1.500 m.; aparecen y dominan otras especies mejor adaptadas al clima sensiblemente más frío y ventoso de estas regiones. Las más notables son, entre las palmeras, la palma bendita, la palma prapa y la manaca; entre los árboles varias especies de copey, del zapatero, el cobalonga, varias Melastomatáceas, además de un número considerable de helechos, epífítas, orquídeas y Bromeliáceas.






La Fauna Silvestre

Las características físicas y la diversidad de las Zonas de Vida del Parque Nacional Henrí Pittier crean un marco ecológico excepcionalmente favorable para la reproducción de muchas especies representativas de la fauna autóctona y para algunas especies migradoras de la avifauna y la ictiofauna marina.
Entre los grupos zoológicos destaca la riquísima avifauna. Se ha estimado que de las 8.000 especies de aves conocidas en el mundo y de las 1.250 hasta hoy estudiadas en Venezuela, unas 520 aparecen en el Parque, es decir, un 6,5½~~ de la población mundial y un 4l,6½~ de la venezolana. Basándose en los estudios realizados por la Estación Biológica de Rancho Grande, la distribución de las aves en los distintos tipos de selva es como sigue: 75 especies viven en la selva veranera, 200 en la selva nublada, 100 en la selva húmeda tropical y 68 en la selva sub-templada.
En las selvas nubladas, se observan la gallina cuero, la perdiz de montaña y el pichón de montaña, y en los estratos superiores de la vegetación el gavilán blanco, el paují copete de piedra, la camata, el perico cola roja, la lechuza montañera, el airón, el pico de frasco y el conoto aceituno.
En la selva húmeda tropical son especies características la gallina azul, la pava, el perico siete colores, la lechuza rayada, el gallito hormiguero, el campanero, el saltarín cola de hilo, el querrequerre y el arrendajo.
En las selvas subtempladas, son elementos característicos de la avifauna, la suida, la paloma gargantilla, el aguaitacamino andino, el tucuso, el compadre, el glosas.
En las selvas veraneras y matorrales de las tierras bajas se encuentran la soisola, la guacharaca, la paloma montañera, el loro guaro, la píscua, el nictibio gris, el tucuso de montaña, el aguantapiedras, el carpintero real, y el saltarín cola de lanza.
Entre los mamíferos se observan, la danta o tapir, el perrito de agua, el puma, el cunaguaro, la lapa, el cuchicuchí, el zorro guache, el venado matacán, el oso melero y el puercoespin.
Los ofidios constituyen un grupo bien representado, tanto en especies venenosas como no venenosas. Entre las primeras habitan las zonas selváticas la mapanare, la tigra mariposa y varías especies de corales; la cascabel vive más frecuentemente en las zonas xeroflticas, matorrales y sabanas al Norte y Sur de la cordillera.
Entre las especies no venenosas se incluyen la cazadora negra, la tigra cazadora, la verdegallo, la bejuca, la pollera, la caracolera, la reinita y la viejita.
Especies representativas de los saurios son: el mato, el cotejo, ¡a lisa, los tuqueques, las morronas o culebras de dos cabezas y los lagartos.
Entre los anfibios una de las especies más conspicuas es la gran rana marsupial.





Facilidades De Uso Del Parque

Por su ubicación estratégica dentro de una región tan importante, cercana a la capital de la República y en razón de sus excepcionales atributos naturales, el Parque Nacional Henri Pittier ofrece magnificas oportunidades para la investigación científica, la educación y el esparcimiento.
El nivel de utilización del parque con fines científicos y culturales ha sido satisfactorio. A los estudios botánicos de Pittier hay que añadir otros de zoología, ecología , ornitología, edafología, geología, antropología, arqueología, folklore, etc., realizados por distinguidos especialistas nacionales y extranjeros.
La creación de la Estación Biológica de Rancho Grande en 1950, que el mismo Doctor Pittier había propuesto en 1948, dio un gran impulso a la investigación en el área del Parque y sirvió de punto de arranque y de estimulo para realizar nuevos estudios biológicos en otras zonas del país. La Estación cuenta con un museo zoológico muy completo y representativo de las especies animales del Parque, principalmente de su avifauna, enriquecido sistemáticamente por las numerosas recolecciones efectuadas desde 1950. El Departamento de Entomología de la Facultad de Agronomía, facultad a la que se ha cedido un espacio en la Estación, tiene una completa colección de insectos y ha efectuado, junto con los Departamentos de Zoología y Botánica , diversos estudios en la zona del Parque.
El desarrollo y el aprovechamiento del Parque Henri Pittier están condicionados por la presencia de los centros urbanos en los valles de Aragua que lindan con la parte Surde la Reserva y con los núcleos de población situados en la vertiente Norte marítima. Estas comunidades urbanizadas, además de ser una fuente de visitas al Parque, aportan la infraestructura de servicios que hace posible la actividad turístico recreacional. Tales circunstancias resultan positivas y ventajosas en la práctica, ya que al existir dicha infraestructura fuera del Parque se evita tener que construirla dentro.
En la vertiente Norte las principales poblaciones que dan servicio al visitante son: Ocumare de la Costa, Cata, donde existe un balneario público y la población de Choroní. En estas tres localidades se concentra la totalidad de visitantes que vienen a esta zona en busca de esparcimiento en un ambiente marino y, en consecuencia, es en ella donde existen los servicios turísticos.
Aparte de las facilidades para las caminatas, paseos ecuestres y excursiones, el Parque Henri Píttier dispone actualmente de dos centros o núcleos recreacionales que prestan servicio a los visitantes en la zona de montaña. Uno de estos está en el sitio denominado Guamita, a unos 14 km. de Maracay por la carretera de Ocumare de la Costa.
Allí se dispone de áreas de picnic y zonas de baño en el Río Limón. El otro está sobre la carretera a Choroní, a 45 km. de las Delicias.

Vías De Acceso

El acceso al Parque Henri Pittier y a los lugares de mayor atractivo e interés para el visitante se facilita por medio de dos carreteras principales: la que va de Maracay a El Limón, pasando por Rancho Grande y bajando a Ocumare de la Costa y la que va de Maracay a Las Delicias y llega a Choroní. La primera está asfaltada y tiene 50 km, de longitud. De ella parten sendos ramales que llevan a las localidades de Turiamo y Cuyagua. La vía de Choroní no está pavimentada y pasa por lugares de mayor altitud que la anterior en la divisoria de vertientes.



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